Hoy, mañana; estos días son la vida
aunque escapen sin casi suceder,
aunque sean rutinas más que tiempo,
aunque él ya no esté y ya no importe.
Estos días que huyen son tu vida,
recuerdos de una mano entre tus manos
y de todas las cosas que se han ido
y esperan junto a todo lo importante.
Tu podrás decir que hemos vivido,
que acaso lo que vale es un misterio,
y comprendas que el tiempo nunca vence,
que es la vida un instante, siempre el mismo,
que cabe entre tu dedo y su mejilla.
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La luna. Crepúsculo, 1898, Isaac Levitan |