Ayer mi mujer, que no comparte mi fe, se escandalizó al escuchar al Papa Francisco decir que quien no reza la Señor, reza al diablo. A mí, unos años atrás, quizá también me hubiera sorprendido, porque por aquel entonces yo veía la figura de Dios como algo posible y cercano, algo que podía existir de forma no tan "sobrenatural", si se me permite la expresión. Pero, el demonio, ¡oh, eso no!, aquello era una entidad casi mítica, un algo muy lejano, muy impreciso... Con el tiempo y otras cosas, entendí que no es así, que la cuestión es exactamente como la ha explicado el Papa, que no hay más terrenos, que si no hay luz, solo queda oscuridad.
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