8.25.2010

A una mujer casada

Dara Park, Africa Journal - Vignette, 2009


Lamento que te falten tantas cosas
que aunque tú no las nombres, las conozco;
que tan sólo te vengan de improviso:
cansancio, madrugones, esas canas,
las arrugas que nacen con los años
poco a poco colmados de renuncias.
Y podría buscar algún consuelo
ya sabes, el amor o historias de esas,
que sirven desde siempre en estos casos.
Pero yo te conozco, qué remedio,
usar la misma cama es lo que tiene,
y si algo sé de ti es que no eres boba
que excusas de este tipo no te bastan
Así que sólo puedo disculparme
decirte que traté de ser mejor,
más alto, más valiente, rico, pero
no supe hacerlo o, bien, no me dejaron
(que a estas alturas eso poco importa)
confiando en que tú jamás adviertas
que alguno que te quiso lo ha logrado,
ni que pienses en uno de esos días
en que la vida buena es la de otros
que elegiste un camino equivocado.


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