8.10.2009

Jonathan Littell, o vivir de los restos


Jonathan Littell es un escritor americano, crecido en Francia que, actualmente, vive en Barcelona. Fue el ganador del premio Goncourt (que no recogió) del año 2006 con una novela titulada “Las benévolas”. (A la izquierda, el susodicho en afectada pose.)
Con parte de las notas tomadas durante la preparación de esta novela, Littell ha escrito un segundo libro, un ensayo titulado “Lo seco y lo húmedo”. En el mismo, el autor desmenuza parte del texto de Leon Degrelle “La campaña de Rusia” con el fin de establecer una relación entre el comportamiento o ser fascista, (ser que para Littell abarca desde el propio Degrelle hasta los torturadores de Abu Ghraib, pasando por Shamil Basayev), y el lenguaje empleado por el político/soldado belga. (Degrelle comandó la División Wallonie de voluntarios valones en el frente ruso de la Segunda Guerra Mundial )

Según explica Littell, en este libro pretende, asimismo, comprobar la teoría acerca del fascismo (entendido éste en cuanto a comportamiento humano general y no tanto como forma política, si ello es posible) que planteó un autor alemán llamado Klaus Theweleit en un libro de 1977, no publicado en español, y titulado “Männerphantasien” (Fantasías masculinas).

El título del ensayo de Littell proviene de la contraposición que Degrelle realiza en su libro entre el soldado fascista (seco, duro, enhiesto…) y el bolchequique (húmedo, rastrero, putrefacto…)

A partir de la lectura de este libro, busqué información acerca de Jontahn Littell en la manigua de la red, encontrado esta entrevista que concedió para el suplemento Babelia de El País con motivo de la publicación de “Las Benévolas”. A pesar de que algunas de sus opiniones, como la que da pie a la entrevista: "La cultura no nos protege de nada. Los nazis son la prueba" (o “Sólo los ingenuos pueden creer que la cultura te ayudará a ser majo”), me parecen una perogrullada, yo destacaría una en la que coincido con él, pero desde planteamientos opuestos:

P. El caso es que contra el relativismo tampoco vamos a resucitar un absolutismo de blancos y negros. ¿Cuál es la salida?
R. Cuando Dios desaparece, se nos presenta un dilema. Los valores deben referirse a algo, deben venir de algún lugar. En un mundo sin Dios, era difícil implantar un sistema ético y moral. Las ideologías vinieron a hacerlo, a reemplazarlo, pero también fracasaron, así que ahora no tenemos nada. Y los iPod no van a construirlo. Ni la venta y la compra o la publicidad. Estos valores en los que estamos del consumismo, el ganar dinero, no son nada. Nuestra sociedad se desliza por la memoria que le queda de haber formado parte de los buenos. Vive de los restos.
P. Y cuando dice que nos deslizamos, ¿ni siquiera usted confiesa contar con una sólida moral?
R. No digo que yo no la tenga, creo que la sociedad carece de eso.

http://www.elpais.com/articulo/semana/cultura/nos/protege/nada/nazis/prueba/elpepuculbab/20071027elpbabese_3/Tes

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