quien adopta la máscara del tiempo,
se aparece la roca
negando su poder y tú adivinas
que pasa sin pasar, nada sucede.
Su cabello en tus manos, su calor
y esta vertiginosa lentitud
del instante infinito que repite
la vida cada día.
Nocturno en Cala Murta, Anglada Camarasa, 1936 |
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