5.02.2012

Buen chico

Que suene la canción que ayer por la noche, en esas  dudosas horas de silencio y soledad, me provocó un terrible ataque de nostalgia aguda. ¿Dónde habrán acabado todos esos chicos que quise ser; aquellos que eran más atrevidos, más divertidos, más duros, más geniales...?

Tenía entonces diecinueve años, y creía saber lo que había que hacer. Después, casi  nada salió como yo pensaba, ganaron prudencia y sosiego. Todavía hoy, creo que alguno de vosotros con camiseta de los Cynics, pelo largo, cigarro entre las manos y el alma más rota,  se cruza conmigo y sonríe...

¡Vancouvers!


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