Ese gato tuerto
que recorre mi calle
gato negro,
gato blanco,
debe ver el vacío de las cosas
con su cóncavo ojo de carne.
Estéril, huera, mustia cicatriz
con la que me inquiere, se para
y quieto aprende mi gesto asustado,
mi debilidad.
Después, en fino salto
escapa
tuerto y sabio, lleno de nadas.
Toraji Ishiwaka,Gato negro, 1935
No hay comentarios:
Publicar un comentario