Varios días lleva C. inquieta y molesta. Sólo se consuela cuando la tenemos en brazos y, en ocasiones, ni así. Le cuesta conciliar el sueño y al rato se despierta, y vuelve a la queja y al desvelo.
¿Por qué llora la niña? ¿Por qué se queja? Y, en mitad de la noche, juegas, ingenuo, a ser poeta...
. . . .
Ignorancia
De noche, cuando lloras, nos sentimos
inseguros. Dudamos ¿Qué será?
¿Los dientes, tendrá frío, acaso fiebre?,
En la álgida penumbra te tocamos
y abrazando tu voz, que es un misterio,
hallamos conmovidos que, a pesar
de querer aprehender todos tus días,
apenas sí sabemos nada tuyo.
De noche, cuando lloras, nos sentimos
inseguros. Dudamos ¿Qué será?
¿Los dientes, tendrá frío, acaso fiebre?,
En la álgida penumbra te tocamos
y abrazando tu voz, que es un misterio,
hallamos conmovidos que, a pesar
de querer aprehender todos tus días,
apenas sí sabemos nada tuyo.
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