¿Acaso es importante nombrar algo
de aquello que sucede cada día,
de lo que se repite a cada instante,
todo lo que sucede una y mil veces:
la casa, la ventura, el miedo oscuro,
la noche sin dormir o sus sonrisas?
¿Acaso es importante que recuerde
que aquello cotidiano que acontece,
las penas que atenazan nuestras almas,
lo poco que consuela y nos descansa,
es mísero y es frágil, como yo?
Igual en su importancia que la brizna
de hierba que se prende de tu pierna,
que el suelo que sujeta tu cabeza
y esta tarde permite reposar
tus ojos.
¿Es que acaso es importante,
si Él tiene ya contados tus cabellos?
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Anders Zorn, "Retrato de Emma Zorn", 1887 |