Amor (un poema de María Victoria Atencia)
Cuando todo se aquieta
en el silencio, vuelvo
al borde de la cuna
en que mi niño duerme
con ojos tan cerrados
que apenas si podría
entrar hasta su sueño
la moneda de un ángel.
Dejados al abrigo
de su ternura asoman
por la colcha en desorden,
muy cerca de sus manos,
los juguetes que tuvo
junto a sí todo el día,
ensayando un afecto
al que ya soy extraña.
Quien a mí estuvo unido
como carne en mi carne,
un poco más se aparta
cada instante que vive;
pero esa es mi tristeza
y mi alegría un tiempo,
porque se cierra el círculo
y él camina al amor.
6.15.2011
6.10.2011
Púa
Dolor de mis amores, púa,
inmensa quemazón, oscura suerte:
Dilo, nómbralo tú,
que pueda yo sentirte
profunda, aguja,
y seas vientre tú de mi temor,
que no tiemble tu mano en el desgarro
y quiébrese la nube así,
púa, triste consuelo,
amor, al fin y al cabo.
inmensa quemazón, oscura suerte:
Dilo, nómbralo tú,
que pueda yo sentirte
profunda, aguja,
y seas vientre tú de mi temor,
que no tiemble tu mano en el desgarro
y quiébrese la nube así,
púa, triste consuelo,
amor, al fin y al cabo.
6.03.2011
Hirdetés
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y acéptalo,
aunque parezca mentira,
vivir es renunciar.
Edward Hopper, Ground Swell, 1939
y acéptalo,
aunque parezca mentira,
vivir es renunciar.
Edward Hopper, Ground Swell, 1939
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